El Jilguero


   El jilguero (Carduelis carduelis) es un pájaro muy activo que, sin permanecer nunca mucho tiempo en el mismo sitio, deja oír siempre (principalmente durante su vuelo nupcial) su «stic-litt», de tal modo que llama rápidamente la atención. No le gusta desplazarse por el suelo y prefiere revolotear de un sitio a otro. En otoño y en invierno, grandes bandadas de jilgueros vagabundean por los campos, praderas y eriales mas o menos abandonados, picoteando las semillas de los cardos, bardanas y otras malas hierbas, o trepando ágilmente a las ramillas más frágiles de los abedules y alisos, de cuyas piñas extraen las semillas. Algunos jilgueros vagan en torno a sus lugares de nidificación, mientras que otros emprenden el largo viaje hacia el sur de Europa en octubre y noviembre. Estos vuelven en marzo y abril, y se instalan en terrenos abiertos poblados de árboles, en los jardines, en las veredas flanqueadas por árboles, así como en los bosques claros caducifolios o mixtos. Casi siempre encontraremos el nido del jilguero en un árbol de hoja caduca, con frecuencia en un frutal, generalmente en el extremo de una rama, lejos del tronco. Para construir el nido, la hembra utiliza raicillas finas, hierbas secas, musgo y diversos filamentos vegetales, todo entremezclado con capullos de insectos y liquen de los árboles cercanos. Esta muy bien tejido, con paredes solidas ligeramente mas apretadas por arriba. El hueco esta forrado con pelos, crines y plumas. La hembra incuba durante trece o catorce días sus entre cuatro y seis huevos. Durante toda la incubación, el macho le lleva la comida al nido, cantando para ella con entusiasmo en las cercanías. Los polluelos, una vez fuera del cascaron, son alimentados por sus padres, al principio con insectos y después con semillas reblandecidas en el buche. Los polluelos permanecen en el nido por espacio de doce a catorce días y después lo abandonan. Los adultos nidifican una segunda vez; después, a finales del verano, se reunen en bandadas.